viernes, 21 de agosto de 2015

Los niños y la sexualidad

Hugo y yo tuvimos el martes nuestro primera conversación de materia sexual. No hicimos una tesis doctoral, simplemente realizamos el primer intercambio de frases sobre un tema cuyo recorrido va a ser largo. Desde mi punto de vista es importante hablar de todos los tema con total normalidad, incluido este, y lo digo porque sé que hay personas a las que les da cierto pudor tocarlo, pero es sabido que yo tengo pocos pelos en la lengua.

Antes de entrar en materia diré que Hugo conoce las partes de su cuerpo desde hace mucho tiempo, tanto el pito/pitín/pitilín (según se tercie) como sus cataplines (¡ya hasta lo sabe pronunciar!).

La segunda lección llegó después de hacer pis en la Alamedilla junto a una amiguita suya. Él lo hizo de pie, mientras que la otra niña fue cogida por su madre para que lo hiciera en una posición reclinada (aquí es cuando doy gracias de haber tenido un niño, mi espalda me lo agradece). Fue entonces cuando él me preguntó si iba a hacer caca. Claro, para Hugo esa pose es la de defecar, pero había que explicarle que las niñas no tienen pito y tienen que hace pis así.

Esta es una manera de resumirlo, tampoco voy a entrar más en detalle porque no es necesario, simplemente quería evidenciar que la sexualidad es inherente al ser humano y cuanta mayor naturalidad exista al respecto, mejor. Y vaya por delante que no contemplo los tópicos de las cigüeñas y París.

jueves, 13 de agosto de 2015

Echando una mano

Hola amiguitos, perdonad que os tenga un poco abandonados, pero irse de vacaciones es lo que tiene. Asentado de nuevo en Salamanca voy a aprovechar esta fecha, Día Internacional de los Zurdos, para hablaros de mi destreza manual.

Vaya por delante que no soy zurdo, tampoco diestro, utilizo ambas manos para mi día a día y todavía tienen que pasar un par de años para que termine de definirme. Lo que me cuesta entender es que haya adultos que vean con malos ojos que utilice la mano izquierda para comer, por ejemplo. ¡Que estamos en el 2015!

Aquí estoy comiendo unas lentejas con la mano izquierda


“¿Pero cómo le dejas agarrar la cuchara con esa mano? El niño agarra mal el tenedor. Se hace con la otra mano”, estos son tres ejemplos de frases que he escuchado recientemente emitidas por las mismas personas que insistían en los besos (anterior post). Menos mal que mi padre, al que le ocurrió lo mismo de pequeño, sale en mi defensa y me deja hacer las cosas con la mano que me apetece.


Digo yo que lo importante es hacer bien las cosas sea con la derecha o con la izquierda, ¿no? Y si aprendo a hacerlas con ambas, mejor.

lunes, 10 de agosto de 2015

Conversaciones paternofiliales VI

La sinceridad de los niños 'ataca' también a los animales. En este caso se trata de un chihuahua:

- Mira, Hugo, un perro.
- No papá, una rata.