Últimamente me estoy viendo desbordado para dar respuesta a
todas esas dudas existenciales que le vienen a Hugo, aunque he de reconocer que nos estamos echando buenas tertulias. Estas son las tres
últimas cuestiones trascendentales que le han surgido:
- “¿Quién inventó a los dinosaurios y a los
humanos?”
Y te mira como diciéndote: “Venga, valiente, resume el origen de las especies y la teoría de la evolución mientras comes un cocido…”.
La evolución de las especies lleva a un dinosaurio que escupe veneno a convertirse en el líder de Vox. - “¿Cómo empezamos los humanos a hablar?”
Hora de la pregunta: 8:15 de la mañana. Para empezar el día no está nada mal. Como a esas horas aún no tengo el cerebro en funcionamiento, resumo la conversación diciendo que “antes los homínidos no tenían palabras y se comunicaban a través de gestos y sonidos como uuhhh uhhh y aahh aaaahhhh”. A lo que él, aliviado por poder comunicarse con palabras, responde: “Menos mal que ahora hablamos bien”. Sí, hijo, menos en Murcia... - “Yo soy moreno porque tú y mamá sois morenos.
¿Por qué Héctor es un poco rubio? ¿Y por qué las primas
Alicia y Elena son rubias si sus padres son morenos?”
Hace media vida (literal) que oí hablar por primera y última vez de las Leyes de Mendel, fue en 4º ESO y me pasaba algunas clases de Biología contando cuántas veces repetía la profesora la palabra "vale". "El ADN y la genética son temas muy complejos, pero te diré que cada uno tenemos una parte de papá y otra de mamá, que a su vez tienen partes de sus padres... Uy, ya estamos en el colegio, luego seguimos hablando, ¿vale?". Salvado por la campana...
Conclusiones
- Hugo ha entrado de lleno en la fase de preguntarse cosas.
- El que inventó a Dios fue un padre que no tenía ganas de hablar con su hijo o, sencillamente, un ignorante. 😁
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